Theobald, Christoph, Le
christianisme comme style. Une manière de faire de la thèologie en
postmodernité. 2 Vols.,
Les Éditions du Cerf, Paris 2007, 1110 pp, 13,5 x 21,5 cm, Carthaginensia 50 (2010) 213-215.
En verdad que nos encontramos ante una obra que hace época.
Theobald ha tenido la valentía de repensar la teología en función de los nuevos
tiempos de este tercer milenio. Será tarea de otros desarrollarla plenamente,
porque la apuesta que aquí se hace supone colocar otra vez ante el pensamiento
todo aquello que el siglo XX había repensado. Para ello, Theobald retoma un
concepto que ya había sido utilizado para pensar el cristianismo, el concepto
de estilo, puesto en Juego tanto por
Schleiermacher como Balthasar o Merleau-Ponty. Cuando hablamos de estilo nos referimos al sistema de los medios
o códigos que se ponen un juego en la producción de obras, principalmente
artísticas. También se refiere a la propiedad o cualidad de una obra singular,
por medio de la que se manifiesta su autor. De esto precisamente se trata en el
cristianismo: es un estilo de ser y estar en el mundo a la luz de la
hospitalidad del Nazareno entendida como mesiánica y escatológica.
Cualquier manera de
hacer teología debe tener esto presente, más aún en los tiempos de la
postmodernidad, tiempos que exigen de la teología un replanteamiento que vuelva
a ponernos en el estilo del Nazareno.
Para esto mismo, el autor utiliza dos densos volúmenes, divididos en cuatro
partes, introducidas por una overtura.
Entre las páginas 16 y 197, nos introduce en el concepto propiamente de estilo cristiano como forma de hacer
teología. Esta forma tiene como núcleo la hospitalidad nazarena que hemos
comentado, pero también implica una nueva forma de hacer teología, que es lo
que nos interesa de forma expresa. Esta manera de hacer teología no puede
olvidar que el Nazareno no dejó nada escrito, que lo suyo fue una vida en
estado puro, pero una vida que supone un acto teológico en el sentido más
fuerte del término. Sin perder de vista al Nazareno, la teología debe hacer
frente tanto al tipo moderno de racionalidad en el que ha tenido que fraguar su
pensamiento y la tradición nacida en los escritos neotestamentarios. Estos dos
polos son los que harán de la teología en postmodernidad
un discurso capaz de traer del pasado la verdad para el presente, dicha con el
modo propio de la racionalidad postmoderna.